'Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia'
Abstract
Hamlet’s melancholy temperament has been long associated with the creative and visionary genius in Western culture. Ophelia, however, has been diagnosed with various pathologies, most of them linked to her fragile nature and the failure of their relationship. Considering the Shakespearean myth, Angélica Liddell investigates the idea of melancholy, and challenges the dualism of the lucid melancholy man and the cliché of love melancholy traditionally attributed to women in order to deconstruct them. Using the word as well as a staging style as beautiful as violent, Liddell visibilizes the perversity of power relations, while claiming the political nature of the personal and the private. This can be observed through the analysis of the plays La falsa suicida, Dolorosa and La casa de la fuerza, as well as through her photographic self-portraits quoting Ophelia.La melancolía de Hamlet se ha atribuido desde antiguo al temperamento del genio creador y del visionario en la cultura occidental. A Ofelia, sin embargo, se le han diagnosticado patologías diversas, la mayoría de ellas ligadas a su frágil naturaleza y el fracaso de su relación amorosa. A partir del mito shakesperiano, Angélica Liddell investiga la idea de melancolía, cuestionando este dualismo de la lucidez masculina y el cliché de la melancolía amorosa femenina y llevándolo al extremo, hasta despedazarlo. Por medio de la palabra así como de una puesta en escena tan bella como violenta, Liddell hace visible la perversidad de las relaciones de poder, al tiempo que reivindica el carácter político de lo personal y lo privado. Así se advierte al analizar su obra teatral La Falsa Suicida, cuyos motivos guardan cierta continuidad con otras obras como Dolorosa y La casa de la fuerza, además de con distintos autorretratos fotográficos en los que cita al personaje de Ofelia