Universidad de Zaragoza, Prensas de la Universidad
Abstract
Introducción: El médico, cuando enferma, es un paciente atípico y muestra dificultades para asumir el rol de paciente. Son habituales conductas como la automedicación y el uso de circuitos de atención alternativos. Los médicos residentes suelen tener un buen estado de salud general, pero son especialmente vulnerables a las patologías mentales y a los eventos adversos. Sus problemas de salud pueden tener impacto en su formación como especialistas, así como en la atención que proporcionan a los pacientes. En muchos países existen programas de atención específicos para médicos residentes enfermos, no así en España. Quedan cuestiones sin resolver en cuanto al abordaje de los problemas de salud de los residentes y el papel de los responsables de su docencia. Objetivos: El objetivo general de esta tesis es comprender el proceso de enfermar de los Médicos Internos Residentes (MIR), sus implicaciones éticas, formativas y del futuro desarrollo laboral. Para ello, se plantea recoger información procedente de los propios médicos residentes enfermos, sus tutores y jefes de docencia, y los médicos implicados en su atención. Obtener, por medio de una encuesta, información epidemiológica sobre el estado de salud de los residentes en nuestro país, su estilo de vida, el uso que hacen del sistema sanitario y sus opiniones sobre la atención a los médicos enfermos. Realizar comparaciones con la población general y con los médicos en otras etapas profesionales. Finalmente, elaborar propuestas o recomendaciones para mejorar la atención a los médicos residentes por parte del sistema sanitario y de las instituciones implicadas. Metodología: Tras una amplia búsqueda bibliográfica sobre el tema, se realiza un estudio con metodología mixta, cualitativa y cuantitativa. Se llevan a cabo entrevistas semi-estructuradas a médicos residentes y médicos en activo enfermos, y grupos focales con responsables de docencia, médicos de salud laboral y profesores universitarios de Medicina. Se realiza un análisis cualitativo de las transcripciones. Por otra parte, se diseña y aplica una encuesta sobre el médico como paciente a médicos residentes, en activo y jubilados de nuestro país. Se analizan los resultados mediante análisis estadístico descriptivo y multivariante. Se integran y discuten los resultados obtenidos por las distintas técnicas de investigación, para finalmente elaborar propuestas de futuro que permitan mejorar, desde distintos ámbitos, la salud de los médicos residentes y la atención que reciben cuando enferman. Resultados: Los médicos residentes enfermos relatan un proceso de diagnóstico y tratamiento rápidos, con un trato preferente por parte de sus colegas, saltándose con frecuencia al médico de familia y a los servicios de salud laboral. Más tarde, el seguimiento no es reglado y pueden perderse elementos importantes de la atención. En general, dan escasa importancia a la pérdida de confidencialidad, que consideran habitual, sobre todo si son atendidos en el mismo hospital donde se forman como residentes. Una de sus mayores preocupaciones es el impacto de la enfermedad en su formación como especialistas, pensamiento que comparten sus tutores y jefes de docencia, que expresan que necesitan mayor preparación para poder abordar las situaciones que implican a los residentes enfermos. Se aprecia heterogeneidad en las decisiones tomadas cuando enferman (adaptación de rotaciones, guardias…). En cuanto a los resultados de la encuesta, ésta refleja un estado de salud general relativamente bueno entre los médicos residentes y elevada satisfacción con su trabajo. Son habituales conductas como la automedicación, las consultas informales a colegas o el presentismo laboral (trabajar estando enfermo). Los MIR acuden mucho menos al médico de familia que la población general. La baja satisfacción con el trabajo se relaciona directamente con mayor riesgo de trastornos de ansiedad y depresión.Los residentes tienden a sentirse incómodos y evaluados cuando tienen que atender a otros médicos, y expresan dudas sobre cómo actuar en caso de tener un colega enfermo. Se muestran mayoritariamente a favor de la creación de programas de atención específicos para MIR y consideran necesaria una mayor implicación de los colegios profesionales. Discusión: El proceso de enfermar en los MIR presenta características diferenciales respecto a la población general y a los médicos en otras etapas profesionales, lo que debe ser tenido en cuenta al realizar la atención sanitaria a este colectivo. Al inicio de la residencia, un MIR se asemeja más a un paciente no médico, pero rápidamente es instruido en el uso de circuitos de asistencia alternativos por parte de médicos con más experiencia. Tanto los valores de sacrificio y autoexigencia transmitidos desde la formación universitaria como ese aprendizaje de comportamientos de grupo siendo ya residentes, conducen a perpetuar comportamientos inadecuados respecto a la propia salud. Quienes deben tomar decisiones cuando un MIR enferma (servicios de salud laboral, tutores y jefes de docencia…) solicitan mayor preparación y más apoyo institucional. Las situaciones más complejas se dan cuando se considera que un residente no está capacitado para ejercer una determinada especialidad, situación que afortunadamente es minoritaria. Como aspectos específicos a destacar, por sus importantes implicaciones éticas, aparecen el presentismo laboral y la normalización de la pérdida de confidencialidad cuando un médico enferma. Conclusiones: La salud de los médicos residentes es un tema de creciente interés. En general, presentan un buen estado de salud autopercibido, aunque ligeramente peor que el de la población general de su mismo grupo de edad, presentando más trastornos depresivos y mayor consumo intensivo de alcohol. Tanto los MIR como sus responsables de docencia solicitan mayor información y más implicación por parte de las instituciones en relación con el proceso de enfermar durante el periodo de formación de especialistas. Sería necesario establecer criterios homogéneos de actuación ante las situaciones derivadas de la enfermedad en los MIR. Se propone la realización de un reconocimiento médico y orientación laboral previos a la elección de plaza MIR, la creación de un tribunal evaluador externo en relación con el impacto de la enfermedad en el desarrollo profesional del MIR. Es necesaria una mayor información y formación sobre autocuidado entre los residentes, así como recomendaciones sobre cómo actuar ante un problema de salud. En todo ello deberían asumir un papel destacado los Colegios Oficiales de Médicos y el Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. También se propone la inclusión de artículos en el Código de Deontología Médica sobre el comportamiento en el cuidado de la salud de los médicos y recomendaciones a seguir cuando un médico enferma. Finalmente, y para facilitar la investigación en este ámbito, se sugiere la creación de un término MeSH para referirse a los médicos enfermos (por ejemplo, “sick doctor”), que facilitaría buscar y compartir información sobre el tema a estudio.<br /