Bajo las tendencias de la globalización de la economía, el mundo actual se ha
convertido en un ente “competitivo” desde principios de los 90’s, debido a que la
diversidad del trabajo organizacional ha estado lleno de retos, de aprendizaje de
habilidades de administración donde las oportunidades son potenciales a la hora
de competir con otras organizaciones por contratos, clientes y consumidores. Para
sobrevivir y tener éxito, los gerentes de hoy deben pensar y actuar en forma
estratégica, ya que los clientes de hoy están bien educados y son conscientes de
sus opciones y exigen excelencia. Por este motivo, los gerentes deben pensar
constantemente en la manera en que deben consolidar una fuerza de trabajo
capaz y administrarla en forma tal que proporcione los bienes y servicios que
otorguen el mejor valor posible al cliente1
.
Los gerentes y las organizaciones del siglo XXI deben desempeñarse bajo
estándares representados en el costo, calidad, velocidad e innovación, donde
estos cuatro tipos de desempeño pueden superar a la competencia, la iguala o
pierde ante ella2