El estudio de la violencia en sociedades de pequeña escala: bases conceptuales para la construcción de modelos aplicables a casos arqueológicos

Abstract

En general, se asume que los individuos o los grupos de individuos interactúan de diferentes formas, entre las que se encuentran las denominadas violentas, que surgen habitualmente en el marco de la resolución de conflictos. En este contexto, la violencia se refiere al uso agresivo de la fuerza física orientado a herir o a dañar a otra persona, ya sea física o verbalmente, o a destruir sus pertenencias (Barrientos y Gordón 2004). Actualmente, se sabe que todo individuo es capaz de manifestar violencia (Eibl‐Eibesfeldt 1974, 1995; Ember 1978; Ember y Ember 1992, 1998; Keeley 1997). La socialización y el aprendizaje permiten dirigirla o canalizarla, debido a lo cual existen componentes individuales y culturales en el rango de variación de este tipo de comportamiento. Las sociedades tienden a diferir entre sí en la magnitud y en la dirección de la violencia que se considera permisible o apropiada en cada situación y estos criterios suelen cambiar con el tiempo. Además, existe una cuestión de contingencia cultural dado que el término violencia adquiere diferentes significados en las distintas culturas y aún para miembros de la misma cultura (Krohn‐Hansen 1994). Asimismo, como lo puntualiza Knauft (1987), la definición social de “legitimidad” con respecto a la violencia varía ampliamente y puede encubrir varias formas de violencia interna en un análisis comparativo transcultural.Facultad de Ciencias Naturales y MuseoConsejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnica

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