Microencapsulado de aceite de ajonjolí con mucílago de tamarindo como agente encapsulante

Abstract

En la actualidad, México tiene una creciente necesidad de exportar diversos productos que sean competitivos dentro del mercado globalizado, por lo que es de vital importancia el desarrollo de nuevas tecnologías que ofrezcan un mejor manejo y aprovechamiento de las materias primas asegurando la sustentabilidad del proceso. Hoy en día, la industria alimentaria se ha enfocado en productos benéficos para la salud humana y de origen natural, todo esto a un bajo costo y con un aporte nutricional que mejore la calidad y estilo de vida, lo que ha impactado en la demanda de hidrocoloides de origen natural y aceites con contenido de ácidos grasos esenciales. Debido a que el mucilago de la semilla de tamarindo es fuente de polisacáridos de origen natural, con aportes calóricos bajos lo hace ideal para el desarrollo de alimentos dietéticos, convirtiéndolo en una opción potencial de estudio para su aplicación en la industria alimenticia. Por otra parte, el aceite esencial obtenido del ajonjolí posee nutrimentos que aportan múltiples beneficios a la salud del ser humano ya que tiene una alta cantidad de Omega-6 y el consumo de este ácido graso esencial fortalece el sistema nervioso, protege el sistema cardiovascular, favorece la regulación del colesterol en la sangre, entre otros beneficios. Por tal razón es recomendado que se incorpore al organismo a través de alimentos o suplementos alimenticios. Los constituyentes activos de dicho aceite son compuestos hidrofóbicos, lábiles y volátiles. Por lo mencionado anteriormente, cobra vital importancia la investigación en torno al aceite de ajonjolí y la forma de protección de sus propiedades funcionales para que estas no sean alteradas por factores que puedan deteriorarlo. Este aceite al ser un compuesto termolábil tiende a degradarse por factores ambientales como la luz, calor, humedad y presencia de oxígeno, además de que se dificulta el manejo y aplicación práctica en la industria, ya que su vida de anaquel es muy corta a diferencia de productos sintéticos. Es fundamental que se proteja al aceite de ajonjolí de fenómenos de degradación mediante una capa protectora, suponiendo que se maneje en forma de sólido (microcápsulas), disminuyendo la cantidad de aceite no encapsulado en la superficie de las partículas, a través de un agente encapsulante apropiado que tenga alta actividad emulsificante y alta estabilidad como lo es el mucilago de tamarindo. Por ende, el objetivo de este trabajo fue emplear al mucilago extraído de la semilla de tamarindo como agente encapsulante para microencapsular mediante secado por aspersión el aceite de ajonjolí.Se evaluó al mucilago de tamarindo como agente encapsulante para la microencapsulación de aceite de ajonjolí por el método de secado por aspersión, empleando relaciones agente encapsulante y agente encapsulado de 1:1 (M1) y 1:2 (M2). Las emulsiones presentaron una alta estabilidad contra el efecto de coalescencia, donde el sistema E1 muestra una Kc de 2.95 E-7 s^-1 y el sistema E2 una de 1.31 E-7 s^-1. Se analizó la estabilidad de la emulsión (cremado) para cada emulsión, determinando que E1 y E2 al final del periodo de la prueba presentaban una estabilidad de 88% y 90% respectivamente. La distribución de tamaño de partícula para M1 exhibieron un carácter unimodal, con intervalos de diámetro de ~1 a 50 μm mientras que la distribución de M2 tiene diámetros en el intervalo de ~1 a 50 μm y una variación en la distribución en el intervalo de ~50 a 125. Las microcápsulas del sistema M1 son térmicamente estables hasta una temperatura de 227 °C mientras que las del sistema M2 son estables hasta 178 °C. Los patrones de difracción de rayos X para M1 y M2 muestran un dominante halo amorfo. La eficiencia de encapsulamiento para las microcápsulas del sistema M1 presentaron un valor de 89.75% y para las microcápsulas del sistema M2 un valor de 81.31%. Se permitió liberar al aceite encapsulado a tasas de liberación controladas donde el empleo de una mayor proporción de material encapsulado, como lo es en el caso M2, conllevo a una liberación más acelerada del aceite en los primeros 100 minutos. En general, los resultados llevan a concluir que el mucilago de tamarindo puede ser empleado como agente encapsulante viable para obtener una alta eficiencia de microencapsulación

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