Los individuos se desarrollan en un espacio cultural en el que existe un determinismo que regula la conducta humana individual y colectiva, forman idealizaciones de modelos a seguir, reproducir y perpetuar, y tratan de imponer un orden moral. Estas conductas se estructuran de acuerdo con patrones de lo que Pierre Bourdieu llamaba capital, del que se distinguen tres tipos: el económico, el social y el cultural. Este último es parte de un estilo de vida donde las prácticas de conducta humana intervienen en los demás capitales, que a su vez establecen la posición y diferencia de clase. Las especialidades médicas son subcategorías o subclases creadas a partir de la especialización del conocimiento disciplinar médico, inscritas en un grupo en el que comparten gustos, prácticas o estilos de vida. Estas idealizaciones son factibles de explorar desde el sentido común, lo cual permite explorar los núcleos representativos de diferentes especialidades y contrastarlos unos con otros a fin de describir sus culturas dominantes y las contraculturas, parte de la identidad de estos grupos. Se realizó un estudio cualitativo exploratorio basado en la teoría de las representaciones sociales, tomando de Bourdieu sus categorías de capital cultural, aplicando una entrevista semiestructurada a 52 médicos de 26 especialidades. Este estudio permitió determinar un campo de análisis cultural clasista forjado a través de la especialización y fragmentación. Los entrevistados caminan entre dos vertientes, por un lado, prácticas de vida de consumo y selección distintiva que trastocan al fetichismo mercantil en aras del disfrute personal, y por el otro lado, un capital cultural de patrón de cultura popular no especializado. Se concluye que el capital cultural de las especialidades médicas está ligado con la cultura dominante de grupo y contiene en sí misma una contracultura, que es parte de la resiliencia de identidad de grupo