La historia documental y crítica: exámen de la historia del Puerto de Buenos Aires, por D. Eduardo Madero

Abstract

Ninguna persona ilustrada que preste inteligente atención al género histórico, tal como lo comprende el espíritu moderno, ignora preceptos envejecidos, ó completamente desautorizados por el fracaso de aquellos mismos que los pregonaron en sus escritos teóricos. La Historia no se concreta á la narración vivida de los acontecimientos, hecha en tono oratorio y con tendencias de alegato forense. Hoy reviste doble y complejo carácter’: es ciencia y es arte. . En su primera faz se confunden sus dominios con la erudición y con la crítica, dependiendo la bondad artística de la obra, de la solidez y variedad de los materiales y de la inteligencia aplicada á la ardua empresa acometida. El libro de que voy á ocuparme pertenece á la primera categoría; y aun cuando ha sido objeto antes de ahora, de noticias bibliográficas y de elojiosos, pero sumarios juicios, lo creo merecedor do un examen mas detenido por estimarlo, ante todo, contribución relativamente útil al conocimiento pormenorizado de la historia del Rio de la Plata. Obra de semejante índole tiene forzosamente reducido círculo de lectores: su real importancia depende del contingente nuevo de hechos que traiga al tesoro común de los conocimientos, de las vistas que abra sobre la materia, y de la calidad intrínseca de unos y otras. El juicio crítico, para tales obras, debe ser juicio técnico, no olvidando por eso cuanto se refiera á la bella forma, externa ó interna, soplo divino de todo producto de la mente. Pero aquello prima sobre esto—el erudito sobre el artista. La crítica (que se impone por la naturaleza misma del trabajo, es la erudita, severa pero equitativa; — la (pie al mismo tiempo de señalar el error, de poner de manifiesto deficiencias, ó profundos vacíos, insinúa comedidamente, ó exalta con sinceridad, si hay motivos para ello, méritos y aciertos que, en suma, determinan el valor positivo de la obra examinada. Esto place siempre á un autor discreto: y ese placer sube de grado cuando uno se persuado do que el crítico no es malevolente, sinó que cede á su temperamento, sin apartarse del terreno leal y caballeresco en que son liarte naturales la oposición do ideas y la disidencia fundada en hechos de verdad indiscutible. Con este examen de la obra del señor Madero, sería mi deseo producir en su ánimo la grata impresión de la especie de crítica ó que aludo, pues no abrigo otro propósito que el de interpretar, con extricta fidelidad, el pensamiento del autor; seguirle, en cuanto me sea posible, en sus investigaciones á través de la documentación histórica; y, finalmente, proponer mi juicio, comprobado en la medida que lo exige, y lo permite, la índole de este escrito y la extensión del libro que lo motiva.Facultad de Ciencias Naturales y Muse

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