Los niños padecen el dolor postoperatorio al igual que lo hacen los adultos. La principal diferencia es que factores como el miedo, la ansiedad y la falta de apoyo psicosocial hacen que la expresión del dolor varíe de unos pacientes a otros. Las necesidades de analgesia postquirúrgica no dependen tanto de la edad sino del tipo de procedimiento y del umbral del dolor de cada paciente.
La preparación de la analgesia postoperatoria debe comenzar en la consulta de anestesia durante la primera visita del paciente. Allí se debe consensuar con el tutor del menor el tipo de analgesia que recibirá el niño según el procedimiento quirúrgico y los posibles efectos secundarios que pudieran de ello derivar (AINEs, Opiodes, bloqueos periféricos o caudales). El concepto de la Analgesia Ideal es aquella que mediante un tratamiento multimodal eficaz con distintos fármacos obtenemos menos efectos secundarios. El objetivo es que tengan un efecto analgésico sinérgico actuando sobre distintos receptores.
El mejor tratamiento del dolor y la ansiedad será evitarlos, fomentando la prevención y anticipándonos al dolor producido por los procedimientos. Sólo aquellas intervenciones que precisen un rescate del dolor leve a moderado serán susceptibles de entrar en el programa de cirugía ambulatoria