un proyecto de formación en convivencia parte del desafío conceptual, no sólo el práctico de la resolución de conflictos, que hoy tienen colegios, familias y comunidades, instituciones inmersas en un mundo atravesado por culturas y subculturas, diversidades, entramados, redes y múltiples flujos de poderes, procurando no tanto la hegemonía de una perspectiva uniformalizadora, como la convivencia constructiva y pacífica construida desde la heterogeneidad, y las autonomías en ella