Se analiza el papel del pathos como condición de emergencia del logos y de la episteme, lo cual nos lleva a reconocer que a la par de una concepción intelectualista de la teoría platónica del conocimiento, en la que es necesaria la supresión de todos los elementos irracionales que nublan el juicio, existe otra perspectiva, sobre todo sustentada en el Fedro, en la cual el pathos, expresado sea como asombro, como sufrimiento o como manía amorosa, no es solamente una etapa que se debe superar para acceder a la intuición de las Formas, sino que ella misma se convierte en una experiencia cognitiva que devuelve al conocimiento su carácter humano