Esta reflexión surgió al leer el libro intitulado Diferir y comenzar del año
de 1987. Para iniciar, el autor lanza la pregunta que tanto entre filósofos
como entre los intelectuales de cualquier disciplina nos formulamos:
¿Qué es la filosofía? Y precisa sugiriendo que nos preguntemos acerca del
objeto de este saber.
Estas preguntas, nos dice, son ingenuas y nacen en un medio en el que
el mundo no ha sido cuestionado, tampoco el discurso que sobre el cosmos se
estructura ha sido analizado y criticado.
Recordemos que para que exista un conocimiento deben existir tanto el
sujeto que va a conocer como el objeto por conocerse. Las preguntas iniciales
no siempre toman en consideración este planteamiento y suponen, sin demostración,
que este objeto exterior existe y que este objeto es diferente del sujeto
sin lo cual no podría hablarse de conocimiento. Además, debemos tener la
certeza de que este objeto será el mismo y que su esencia siempre será cognoscible