A partir de una fenomenología de la no-violencia y de la solidaridad social, en el presente artículo se reflexiona acerca de los Derechos humanos de tercera generación y su relación con la situación social del México actual, todo con la finalidad de fomentar valores que se conviertan en forma de vida y que se expresen en clave de solidaridad, conciliación, tolerancia, reconocimiento y aceptación de la diferencia