La táctica terrorista como variante de violencia política, a modo de forma propagandística extrema, ha ganado creciente protagonismo en la política internacional de los últimos 60 años, constituyendo hoy razón y excusa de acciones gubernamentales, tanto interiores como exteriores, de las principales potencias mundiales.
La intención de este ensayo reside en analizar el alcance político de la táctica terrorista y su operatividad, en el marco de un propósito político trascendente.
La operatividad política esta determinada por la capacidad del actor político, que opta por este tipo de violencia, para reflotar un cleavage anterior –contienda histórica entre socivs et hostis–, enmarcado en un proyecto político –de trasfondo– que lo contiene y explica. No todos los sistemas políticos actuales canalizan eficien los sistemas políticos actuales canalizan eficientemente las demandas; pudiendo dejar insatisfechos a ciertos actores minoritarios.Instituto de Relaciones Internacionales (IRI