El proceso de enseñanza aprendizaje apoyado en las tecnologías de la información: modelo para evaluar la calidad de los cursos b-learning en las universidades
Las universidades se encuentran desarrollando una gran cantidad de proyectos de aprendizaje basado en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), principalmente cursos de e-learning (como se ha convenido en llamar al aprendizaje electrónico o a través de la tecnología), para apoyar a sus estudiantes dentro del proceso de enseñanza aprendizaje. Como cualquier proceso desarrollado en el entorno universitario, el e-learning debe estar sujeto a parámetros que nos permitan evaluar su calidad. Sin embargo, el e-learning tiene algunas características especiales que hacen que los sistemas de calidad habituales no respondan a todos sus requisitos. Aunque se han desarrollado diversas propuestas para evaluar la calidad del e-learning, muchas de ellas no son transferibles, están desestructuradas, son incompletas o no presentan una descripción formal. La necesidad de velar por la calidad en los cursos viene también avalada por la normativa. En este caso, nos hemos fijado en las leyes del Ecuador, por ser el país sobre el que se ha desarrollado la parte aplicada de esta investigación. Por un lado, la Ley Orgánica de Educación Superior del Ecuador menciona que la evaluación de la calidad es un proceso para determinar las condiciones de una institución, carrera o programa académico. Por otro lado, la Normativa de Régimen Académico del Ecuador indica que la planificación, seguimiento y evaluación de la organización del aprendizaje deberá constar en el diseño curricular de las carreras y programas y en su correspondiente portafolio académico. Este diseño curricular será sometido a procesos de seguimiento y evaluación por parte de las instituciones de educación superior. Establece que la organización del aprendizaje consiste en la planificación del proceso formativo del estudiante, a través de actividades de aprendizaje: componente de docencia, componente de prácticas de aplicación y experimentación de los aprendizajes, y componente de aprendizaje autónomo, que garantizan los resultados pedagógicos correspondientes a los distintos niveles de formación y sus modalidades. Basado en todas estas necesidades hemos establecido que el propósito general de esta tesis es proporcionar un modelo de evaluación de la calidad de cursos de b-learning que permita, de forma sencilla, integrada y práctica, conocer cuál es el estado del curso, sus puntos fuertes y sus debilidades, así como ayudar a la creación de planes de actuación o acción que permitan mejorar la calidad de los cursos a lo largo del tiempo. Hemos preferido el término b-learning (blended learning) por ser un aprendizaje combinado, en donde hay clases presenciales complementadas con el uso de diversas tecnologías y un sistema de gestión del aprendizaje. La tesis doctoral se ha desarrollado siguiendo una metodología de investigación-acción, en 4 ciclos con sus diferentes resultados parciales. En el primer ciclo se obtuvieron dos resultados iniciales que hemos denominado Modelo 1 y Modelo 2, y que han dado lugar a dos publicaciones. En el segundo ciclo se abordó la elaboración de una revisión sistemática de la literatura sobre el tema de estudio. En el tercer ciclo, se obtuvo un modelo integral para evaluar la calidad de los cursos b-learning en las universidades, resultado de lo aprendido tras formular los modelos 1 y 2, y realizar la revisión sistemática de la literatura. Además, se creó una metodología para la definición de una cartera de proyectos estratégicos de mejora de los cursos de b-learning. Por último, en el cuarto ciclo se aplicó el modelo integral en dos casos de estudio y se definieron sendas carteras de proyectos estratégicos. La principal aportación de la tesis es el modelo de evaluación de la calidad de los cursos de b-learning propuesto, basado en los principios de la calidad, y apoyado en diferentes marcos teóricos que permiten dotarlo de una estructura formal: la teoría de sistemas, la gestión de procesos y el principio de mejora continua. El modelo está formado por 3 componentes y 9 elementos obtenidos de la revisión sistemática de la literatura. El primer componente es el humano, que a su vez tiene 3 elementos: el estudiante, el docente y los gestores de la plataforma del sistema de gestión de aprendizaje. El segundo componente, el de los recursos, incluye recursos metodológicos (relacionados con el diseño instruccional como metodología pedagógica, que utiliza como base el modelo ADDIE), tecnológicos (la plataforma del sistema de gestión de aprendizaje) y la mesa de ayuda pedagógica (el soporte y servicio que brinda la institución educativa). El tercer componente, que hace referencia a la dinámica del proceso de enseñanza-aprendizaje, está formado por el proceso propiamente dicho, la retroalimentación y el resultado (evaluado según el modelo de Kirkpatrick). Cada uno de los 9 elementos incluye un número variable de atributos (38 en total) que se miden a través de un total de 99 indicadores. La segunda aportación es una representación gráfica de la situación de un curso b-learning basada en un mapa de calor. Esta representación, compacta y por niveles, nos permite conocer y valorar la situación de los cursos b-learning en las universidades. Se utiliza una escala de 5 valores para los diferentes niveles de madurez. De esta manera se homogenizan los indicadores, se hacen comparables y se facilita la creación de planes de mejora. La tercera aportación es la definición de una metodología para la aplicación del modelo de evaluación de la calidad a un curso dado y la definición de una cartera de proyectos estratégicos para la mejora de los cursos. A grandes rasgos, esta metodología se desarrolla en 3 etapas (Diseño, Implementación, y Seguimiento y mejora), de las cuales nos hemos centrado en la etapa de diseño, desarrollada a su vez en 6 pasos: 1) Análisis del contexto, en el que se estudia el contexto internacional y nacional; 2) Aplicación del modelo para evaluar la calidad de los cursos b-learning; 3) Presentación de los resultados a través del mapa de calor; 4) Definición de la matriz de diagnóstico que incluye puntos fuertes, débiles, acciones de mejora y prioridades; 5) Definición de los proyectos y establecimiento de las relaciones entre los proyectos y las acciones de mejora que ya se han definido, a través de una matriz de relaciones; y 6) Alineamiento de los proyectos con los objetivos estratégicos institucionales. El modelo ha sido validado por expertos, tras lo que se ha aplicado a dos casos prácticos en dos universidades del Ecuador. Los resultados de la evaluación en estos dos casos han establecido la línea base para transformarlos en un plan de acción que contiene una cartera de proyectos estratégicos para el mejoramiento de calidad de los cursos b-learning en la Universidad Central del Ecuador y en la Escuela Politécnica Nacional. Con la propuesta de este modelo se ofrece a los docentes una variedad de estrategias y oportunidades, para que puedan innovar en sus clases y mejorar la calidad de éstas. La aplicación del diseño instruccional, el diseño y desarrollo de recursos y actividades de aprendizaje contribuirán a la mejora de la calidad dentro del proceso de enseñanza aprendizaje universitario. Además, este modelo puede ser aplicado para evaluar o autoevaluar la calidad de los cursos b-learning en otras universidades respetando sus propias particularidades