Miguel Bautista Miranda, Javier Carreón Guillén, Cruz García Lirios
Abstract
Por razones prácticamente obvias, únicamente se analizan las fugas de agua relativas a la Ciudad de México, las cuales oscilan entre 40% y 60% de la red de suministro público. A medida que los avances tecnológicos permiten la detección de fugas no visibles se ha estimado un gran impacto en el sistema de abastecimiento público (CONAGUA, 2010). En el caso de las fugas perceptibles, los usuarios, las autoridades y medios de comunicación han planificado la problemática hasta un punto tal que podrían incidir en las políticas públicas de inversión y abastecimiento, así como los conflictos entre usuarios y autoridades por la regularización del servicio público de abastecimiento.Por razones prácticamente obvias, únicamente se analizan las fugas de agua relativas a la Ciudad de México, las cuales oscilan entre 40% y 60% de la red de suministro público. A medida que los avances tecnológicos permiten la detección de fugas no visibles se ha estimado un gran impacto en el sistema de abastecimiento público (CONAGUA, 2010). En el caso de las fugas perceptibles, los usuarios, las autoridades y medios de comunicación han planificado la problemática hasta un punto tal que podrían incidir en las políticas públicas de inversión y abastecimiento, así como los conflictos entre usuarios y autoridades por la regularización del servicio público de abastecimiento.Unidad Académica Profesional Chimalhuacá