Este artículo analiza la presencia directa de las multinacionales de países emergentes (EMNEs) en España. Los resultados muestran que nuestro país no es ajeno a esta inversión extranjera. Aunque este fenómeno es todavía reciente y relativamente pequeño comparado con la inversión de multinacionales de otros países desarrollados, sí se observa una clara tendencia al alza. A partir de fuentes secundarias se han identificado 515 filiales de EMNEs, entre las que destacan las asiáticas, las de Oriente Medio y las multilatinas. Para estas últimas, España ocupa un papel clave dentro de su estrategia de expansión internacional. En consecuencia, es necesario implantar una política eficaz a largo plazo no solo centrándose como hasta ahora en la captación de nueva inversión de países desarrollados, sino también apostando por atraer la inversión de nuevas economías emergentes