El objetivo de este trabajo ha sido analizar la novela Morality Play (1995), del autor británico Barry Unsworth, que presento en mi estudio como una narrativa a caballo entre la novela histórica y la de detectives. Estos dos géneros literarios experimentaron cambios notables en el contexto del Postmodernismo. Si bien sus versiones clásicas siguen gozando de popularidad, la ideología postmodernista ha dado lugar a novelas que mantienen su conexión con los géneros anteriormente citados, al tiempo que se apartan de ellos en su versión más tradicional. Hablamos, en este sentido, de la nueva ficción histórica o metaficción historiográfica y de la novela metafísica de detectives o ficción anti-detectivesca. En la introducción se explican las características de estos géneros y los cambios que han sufrido con respecto a los géneros tradicionales durante el Postmodernismo. Estas diferencias van desde el cambio en la forma de ver la historia y su relación con la ficción, hasta un cambio en la orientación y estructura de las novelas de detectives, que ya no se centran en un personaje que descubre la verdad, restaurando así la armonía temporalmente perdida tras el crimen y reforzando la confianza en la razón y en la justicia, sino que se convierten, más bien, en obras con finales abiertos, en las que no se encuentra un orden restaurado al final. Como se explica en el análisis que sigue a la introducción teórica, estos cambios se aprecian en Morality Play, donde se puede observar la combinación de los dos géneros tratados en el trabajo, además de una ilustración de cómo han cambiado como parte del postmodernismo literario en el que se enmarca la obra. La novela está ambientada en la Inglaterra del siglo XIV y está protagonizada por un grupo de actores ambulantes típicos de la Edad Media, cuando el teatro emerge en Inglaterra inicialmente en relación estrecha con la liturgia y la doctrina de la iglesia católica. Unsworth recrea ese período histórico al tiempo que reinventa el momento en el que el teatro cambia de religioso a secular, un cambio que fue gradual en realidad, pero que el autor re-escribe aquí vinculándolo a una obra, unos actores y un hecho concreto: un asesinato en la ciudad que los actores visitan y que recrearán en un nuevo tipo de obra teatral. Unsworth utiliza el teatro como hilo conductor: la investigación del crimen se desarrolla a través de la preparación y puesta en escena de lo que sería la primera obra secular. Los actores se basan en el teatro religioso que ya conocen, especialmente en las moralidades que dan título a la novela, una novela, sin embargo, en la que muchas preguntas permanecen sin respuesta al final