Influencia de los diferentes sistemas de alimentación utilizados en las ganaderías de vacuno de Asturias sobre la producción y la composición de la leche
Los modelos de producción de leche de Asturias se han fundamentado tradicionalmente en el cultivo forrajero principal en la explotación, con especial atención a la superficie que se destina al maíz forrajero, debido a la importancia que tiene este cultivo para la producción leche. Esto es debido a que en los últimos años el ensilado de maíz, se ha impuesto como el ingrediente básico de la alimentación del vacuno de leche. Sin embargo, debido a la orografía de Asturias, con una pendiente media superior al 20%, hay zonas donde el cultivo de maíz forrajero como base de la alimentación del vacuno de leche, no es posible. A su vez, la propia dinámica anual de producción de forrajes y la habitual rotación de cultivo de maíz con raigrás italiano, hace que la composición de la dieta de las vacas varíe a lo largo del año, por lo que no se puede asimilar la superficie cultivada de un forraje con el tipo de alimentación de los rebaños. Por esta razón, el presente trabajo tiene como objetivo identificar los diferentes sistemas de alimentación utilizados en las ganaderías de vacuno de leche en Asturias a lo largo de un año. Además pretende analizar la influencia de los sistemas de alimentación identificados, sobre la producción y la composición de la leche, en especial sobre su perfil de ácidos grasos. Para llevar a cabo este trabajo se seleccionaron 16 ganaderías según una clasificación previa realizada en base a la utilización o no de pastoreo y a la superficie dedicada al cultivo de maíz, con cuatro ganaderías por sistema. Las ganaderías fueron visitadas trimestralmente, una vez por estación desde el verano de 2014 a la primavera de 2015. En las visitas se encuestó a los ganaderos acerca de la producción y la alimentación ofertada a las vacas en lactación, tomando muestras en los alimentos ofertados y de la leche del tanque para su análisis. Los ingredientes de las raciones fueron analizados mediante análisis de cluster para establecer las raciones más frecuentes y definir el tipo de explotación según la alimentación. Los resultados de la composición de la leche, fueron analizados mediante análisis de la varianza considerando como factores principales: el sistema de alimentación, la estación y la zona geográfica. Así mismo, se realizó un análisis de componentes principales a fin de evaluar la posibilidad de poder diferenciar el tipo de alimentación según la composición de la leche. Se identificaron cinco sistemas de alimentación en función de la composición de ingredientes: I) Pastoreo, II) Ensilado de maíz, III) Ensilado de hierba, IV) Forraje seco y V) Alto concentrado. Los resultados obtenidos ponen de manifiesto que la compra de alimentos está ligada al porcentaje de forraje verde y de ensilado de maíz en la ración, siendo los sistemas I y II los menos dependientes de la compra de alimentos. El sistema ensilado de maíz (II) fue el de mayor producción de leche y mayor eficiencia en el uso del concentrado, con una composición de la leche diferente al resto de sistemas. Éste, presentó las mayores proporciones de proteína, lactosa, extracto seco magro y urea en la leche. Sin embargo, su perfil de ácidos grasos fue menos insaturado, con mayores proporciones de ácidos grasos saturados y menores de ácidos esteárico, vaccénico, oleico y α-linolénico. El perfil de ácidos grasos de los sistemas identificados como pastoreo (I), ensilado de hierba (III) y forraje seco (IV) presentaron mayor grado de insaturación con las mayores concentraciones de los ácidos ruménico, vaccénico, oleico, α-linolénico y esteárico