Protocolo Fast-Track en cirugía hepática

Abstract

La resección hepática es el tratamiento de elección para una variedad de tumores de hígado, tanto primarios como secundarios. Los principales procedimientos quirúrgicos abdominales como las resecciones hepáticas causan una reacción de estrés quirúrgico considerable y posibles alteraciones en la función metabólica y cardiopulmonar. Las complicaciones específicas después de la resección hepática incluyen hemorragia postoperatoria en las primeras horas o días después de la cirugía, la fuga biliar, absceso intraabdominal e insuficiencia hepática. Gracias a una mejora de la anestesia, de las técnicas quirúrgicas y el conocimiento en el manejo perioperatorio del paciente, se ha reducido la mortalidad después de la resección hepática por debajo del 5%, pero las tasas de morbilidad siguen siendo altas y oscilan entre el 30% y el 50%. En la última década, la rehabilitación multimodal o protocolos Fast-Track se han aplicado en diferentes tipos de cirugía con el fin de atenuar la respuesta al estrés quirúrgico y mejorar la recuperación de los pacientes, disminuyendo así las complicaciones postoperatorias y la duración de la estancia hospitalaria. En cirugía hepática también se han implantado estos protocolos pero su eficacia no ha sido estudiada ampliamente. Por ello, se ha realizado la presente revisión sistemática para poder evaluar los efectos de los protocolos en la cirugía hepática y examinar su aplicación y eficacia

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