Introducción. Las enfermedades inflamatorias intestinales (EEI) son un conjunto de enfermedades crónicas de evolución imprevisible que pueden presentarse en forma de brotes de diferentes niveles de gravedad, desarrollar un curso prolongado con exacerbaciones y remisiones o bien presentar síntomas de forma continuada que requiere mantener un tratamiento de forma permanente. La gravedad de las diferentes formas de presentación tiene implicaciones pronósticas y terapéuticas, por lo que para el seguimiento y control se ha establecido el uso de escalas: los índices de actividad. El grado de actividad influye en la calidad de vida de los pacientes, pero estos índices no tienen en cuenta muchos de los factores que conforman la calidad de vida de los pacientes lo que puede dificultar la toma de decisiones y la relación con el paciente. Objetivo. El objetivo de este trabajo es analizar las limitaciones que presentan los índices de actividad de la EII para valorar la calidad de vida de los pacientes. Material y métodos. Se ha realizado una búsqueda sistemática en el buscador AlcorZe de la biblioteca de la Universidad de Zaragoza y posterior discusión de los datos encontrados. Posteriormente, para comprobar lo anterior se realizó un estudio descriptivo transversal para valorar la relación entre el índice de actividad y la calidad de vida en los pacientes del Servicio de Endoscopias del Hospital Clínico Universitario de Zaragoza. Resultados. La revisión de la literatura demuestra que, aunque hay un grado de acuerdo razonable entre la actividad endoscópica y la actividad clínica (no en todos los estudios), la actividad endoscópica no refleja adecuadamente la calidad de vida de los pacientes. Para confirmarlo, un total de 22 pacientes fueron encuestados, 8 pacientes con CU (36,4%) y 14 con EC (63,6%). No se apreciaron diferencias significativas entre la actividad endoscópica y la calidad de vida de los pacientes, mientras que si se apreció una buena relación entre actividad clínica y actividad endoscópica de los pacientes. Conclusiones. La actividad endoscópica, aunque es muy informativa para el clínico, no es un buen marcador para justificar todas las repercusiones de las enfermedades inflamatorias crónicas intestinales, especialmente la calidad de vida de los pacientes