En este trabajo se realiza un estudio de la evolución macroeconómica de la economía española en la época actual de crisis, a través del cual se plantea un escenario de desaceleración económica, con tasas de desempleo y niveles de endeudamiento elevados, acrecentado por la caída del sector de la construcción y un debilitado sistema financiero, como contexto del origen de una crisis económico financiera sin precedentes. Las autoridades han afrontado esta crisis con una combinación de dos tipos de políticas económicas y algunas decisiones que han supuesto importantes cambios estructurales en nuestra economía: políticas fiscales del Gobierno español, con disminuciones del gasto público y aumento de los impuestos como medida para contener el déficit público y la inflación; política monetaria del Banco Central Europeo, orientada en unos tipos de interés por debajo del 1% para estimular el crédito hacia las familias y empresas, reactivando la economía mediante la creación de puestos de trabajo; dos reformas laborales, que pretendían flexibilizar el mercado laboral y abaratar los costes del despido; y el rescate del sector financiero, de manos de la Unión Europea que permitió reestructurar la banca a la vez que se saneaba y se volvía más competitiva internacionalmente. Todo ello ha permitido un proceso lento de recuperación. No obstante, hay indicios que apuntan a un largo camino para lograr un crecimiento económico equilibrado y sostenible en el largo plazo, teniéndose que solucionar el posible proceso deflacionista en que se encuentra nuestra economía, los altos niveles de endeudamiento, niveles todavía elevados de desempleo, y una armonización y reestructuración fiscal, laboral y, quizá, del modelo de estado, todavía pendientes