En México, el cuarto eje de la Política Nacional de Evaluación de la Educación propone la difusión y uso de los resultados de la evaluación con el propósito de hacer de ésta un ejercicio de rendición de cuentas para la sociedad. Para lograrlo reconoce a las/los supervisores escolares como destinatarios de la información y usuarios potenciales en su rol de actores en la toma de decisiones. El presente artículo analiza la experiencia de un grupo de supervisores escolares de educación básica en el estado de Chihuahua en torno a los resultados de la evaluación e información complementaria que el Sistema Educativo Nacional (sen) les provee. Los hallazgos dan cuenta de los significados y prácticas que las/los supervisores realizan ante el uso de la información que distintas instancias generan, identificando diversas condiciones que limitan su empleo. En los resultados destaca el carácter administrativo del uso de la información, apoyándose en la retórica de la rendición de cuentas, que restringe la forma en la cual las/los supervisoras/es significan los datos, así como el uso consultivo de estos. Finalmente, se sugieren algunas orientaciones a la política educativa local tendiente a promover el uso contextualizado, pertinente y oportuno de datos en la supervisión escolar