Franz Hinkelammert afirmó hacia fines del siglo XX una idea que tiene plena vigencia: "La nueva derecha es heredera de las dictaduras militares de Seguridad Nacional, y su vocación es asegurar el esquema de poder originado por esas dictaduras bajo formas democráticas, en beneficio de las élites y con la bendición de Estados Unidos".
En efecto, las estrategias de la derecha vuelven a sus orígenes. En el plano político, se ha intensificado el perfil ideológico desplazando el espectro hacia posturas ultraderechistas. El autoritarismo de nueva generación registrado durante la segunda década de este milenio definitivamente se ha exacerbado. Esta matriz se ha reforzado en lo económico, actualizando la antigua alianza tecno-militar en la composición de los gobiernos en cargos claves (Brasil, Paraguay y Colombia), al tiempo que se refuerza el imaginario del Estado emprendedor, ahora conducido sin mediaciones y en forma directa por empresarios (la denominada CEOcracia)