En el Ecuador, la tecnología es un factor cada vez más influyente en la vida cotidiana de las personas, es por esto que las empresas, así como los gobiernos buscan una mayor incorporación y difusión en la sociedad, por el impacto que esta puede tener. El gobierno ecuatoriano ha invertido muchos recursos en los denominados Infocentros, que son espacios disponibles para que todas las personas puedan hacer uso de las tecnologías de la información y comunicación de manera gratuita, inclusive brindando diferentes cursos y capacitaciones, procesos que pueden ser revolucionarios en la economía social. Para poder tener la mejor herramienta al servicio de los ciudadanos, la empresa privada ha sido parte importante en el diseño e implementación de los Infocentros, inclusive desarrollando productos y servicios únicos y exclusivos. Esta customización solicitada por el Estado, ha tenido que ser desarrollada tanto en el software como en el hardware para poder brindar una opción adecuada a las necesidades y requerimientos de la población, propios y específicos. Estas aplicaciones propietarias buscan la maximización de los costos no solo financieros sino también operativos, para que todo este gran proyecto pueda ser sostenido en el tiempo. Es por esto que se ha buscado una incidencia mucho más relevante que el impacto en la gestión de ventas, y esta es la valoración del impacto social y económico, no desde el ámbito comercial sino desde el punto de vista de la implementación de un proyecto. En este sentido, el direccionamiento que brinda una política pública puede ser trascendental para la implementación de proyectos públicos, privados o de cooperación interinstitucional y que faciliten o motiven su gestión, pero sobre todo promuevan el desarrollo económico y social. Se ha llegado a determinar el gran impacto social y se ha podido valorar el mismo desde el punto de vista económico, para poder entender, comprender y considerar los grandes beneficios y aportes que brinda a la sociedad el proyecto de los Infocentros, sobre todo a los sectores menos favorecidos tecnológicamente