Entre los años 1929 y 1933, en una época de transición histórica y de crisis económica
y política, al final del reformismo juliano e inicios del velasquismo, los maestros de
talleres artesanales quiteños organizados en sus gremios, y los aprendices, operarios y
trabajadores autónomos en el marco de las organizaciones mutuales y en tránsito hacia
las formas sindicales, ingresaron en la política nacional en medio de la multitud que
ocupaba los espacios públicos. Construyeron una agenda política que recogió sus
demandas específicas y las aspiraciones, visiones y mentalidad de los distintos sectores.
Interpelaron al Estado y a las élites y enfrentaron al poder utilizando variadas formas de
lucha: asambleas, peticiones y demandas a las autoridades; participación en elecciones
locales y nacionales; movilizaciones, paros, huelgas parciales y generales y resistencia
armada. De esta manera,contribuyeron al proceso de formación histórica de la clase
obrera ecuatoriana