A partir de un pormenorizado examen de los múltiples significados de la transición del modelo fordista de producción a la empresa red, se analiza la medida en que, lejos de lo que podría parecer, las nuevas formas de organización de la producción no significan una pérdida de presencia e importancia del Estado en la dirección de la actividad económica. Los cambios en la regulación de las ayudas a las empresas son una excelente prueba de ello