La sociedad en general y el empresariado en particular demandan con frecuencia egresados/as con un conocimiento profesional aplicado mucho mayor del que en la actualidad se está ofertando desde la Universidad. ¿Debería la Universidad recoger esta demanda como prioritaria o por el contrario deben primar aspectos centrados en cómo se imparte la docencia? La respuesta parece clara y rotunda, la realidad requiere de la combinación de ambas perspectivas. A partir de ello, presentamos una experiencia de innovación aplicada en titulaciones relacionadas con las Ciencias Laborales que apuesta por la generación de intercambios entre el ámbito profesional y el académico y/o viceversa como elemento de mejora y ajuste entre las necesidades y requerimientos de ambas perspectivas. Se trata de una primera aproximación empírica de carácter exploratorio que tiene por objetivo conocer la percepción que los implicados -tanto alumnado como representantes de las organizaciones participantes- tienen sobre los efectos que la experiencia está generando. Para ello, se combina una metodología cuantitativa (análisis de correspondencias múltiples y clasificado ascendente de Ward, a partir de un cuestionario) con una cualitativa (análisis de contenidos de entrevistas). Los resultados obtenidos muestran que el 88.5% del alumnado está satisfecho o muy satisfecho con la experiencia docente realizada como también los/ as representantes consultados. Sin embargo, también se han observado ciertos riesgos relacionados con la carga de trabajo que genera o el cuestionamiento de la zona de confort. Podemos concluir, que se trata de una apuesta docente necesaria en estudios orientados a la práctica profesional