Se parte de abordar un tratamiento conceptual sobre los enfoques teóricos de la
integración que de alguna manera evalúan el rol que el Estado debe cumplir en estos
procesos. Se advierte que la teoría liberal, basada en principios estáticos, no explica la
importancia de la integración para los países en desarrollo~ y que por otra parte, el Neoliberalismo, que ha inspirado la oleada aperturista y regionalizadora en América Latina, no teoriza rigurosamente sobre el rol que el Estado debe cumplir en estos procesos, y se limita a sostener la no intervención estatal en beneficio de una
participación del mercado.
Así mismo se sostiene que el enfoque estructuralista -constituido desde varias
vertientes, pero que tiene en el cepalismo de los sesenta su mejor expresión- ha
visualizado a la integración como un mecanismo de constitución de mercados
ampliados que harían posible el objetivo de la industrialización. El mercado, al no ser
el mejor asignador de recursos debe dar paso a políticas estatales planificadas y a una
intervención impersonal del Estado.
Para la elaboración de una teoría alternativa de la integración deberían tomarse en cuenta elementos económicos, en la perspectiva de lograr el desarrollo regional, pero también deben considerarse elementos políticos que evaluen la importancia estratégica de la integración para nuestros países, elementos sociales en la perspectiva de eliminar las asimetrías existentes, e incluso sustratos culturales comunes.
Al tratar el tema del Estado y la integración en el Ecuador, se parte de una definición conceptual sobre el Estado, y de un análisis de dos épocas diferenciadas dentro del Grupo Andino, la primera fase guiada por el enfoque estructuralista y la de ahora en la que prima una visión neoliberal y de mercado; se ha constatado en esta última fase una franca expansión del comercio provocada por la liberalización acelerada, sin embargo no se advierte que sea una tendencia sostenible en virtud de que no se basa en una integración productiva sino comercialista.
Se plantea que ha habido un cambio de rumbo en la conducción del Estado en el Ecuador en materia de integración, tendencia que inicialmente fue provocada por la
oleada aperturista que afectaba al resto de países, pero que poco a poco ha ido
tomando sustento propio como consecuencia del viraje ideológico que han experimentado nuestros propios gobiernos, quienes han cambiado desde una postura tradicional en el Grupo Andino de plantear políticas heterodoxas por su condición de país de menor desarrollo relativo, en favor de posiciones más liberales.
Se aborda un análisis sobre las preocupaciones que la sociedad civil ha manifestado en este último período acerca de la integración subregional. Se constata que hay un acuerdo generalizado por exigir una mayor participación de los distintos actores
sociales tanto en la definición como en la implementación de los mecanismos del
Acuerdo.
Se concluye que el Estado en los países en desarrollo debe desempeñar un papel
relevante en los procesos de integración, no solo para corregir distorsiones y
desequilibrios, sino para promover activamente sectores productivos estratégicos
seleccionados como parte de una planificada estrategia de desarrollo