El objetivo de este trabajo es conseguir alcanzar el punto de ebullición del agua mediante la utilización de un horno solar. La dirección de propagación de una onda se representa mediante líneas que se denominan rayos y depende de la forma de la superficie en la que inciden. Cuando la forma de dicha superficie es parabólica todos los rayos que llegan paralelos al eje de la parábola se reflejan pasando por un mismo punto que se denomina foco. Esta es la propiedad fundamental en la que se basan todos los ingenios parabólicos. Un concentrador solar es un instrumento que permite la concentración en un solo foco de los rayos incidentes en una superficie, consiguiendo de esta manera alcanzar altas temperaturas. Basta con orientarlo adecuadamente en la dirección del sol para lograr que los espejos cóncavos con que cuenta concentren los rayos solares