El trabajo que ahora se presenta tratará de esclarecer qué aportes pueden existir desde la
educación técnica y para el trabajo, a los procesos de desarrollo local. Los centros de
formación profesional (en adelante FP), con determinados parámetros de trabajo, son
lugares donde generar diagnóstico y de este modo ser centros de observación para la
promoción del desarrollo, ya que cuentan con un papel de mediación entre las empresas
y los potenciales trabajadores y trabajadoras que se insertarán en las mismas en primera
instancia, y en segunda porque el alumnado tendrá también acceso a la inserción en el
tejido productivo, a través del emprendimiento, fundamentalmente en forma de micro,
pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), fomentando alternativas de economía real
y democracia económica (Schweickart, 1993).Col·lecció monografies & aproximacion