La Nakba de 1948 significó el desarraigo del pueblo palestino, la desmembración de su país y la destrucción de gran parte de la Palestina árabe. Sin embargo, este fenómeno histórico ha sido negado sistemáticamente por el relato oficial sionista-israelí. Se ha llevado a cabo lo que puede denominarse como un 'memoricidio', es decir, la eliminación física de los elementos identitarios del pueblo palestino, el intento de borrar su paso por la tierra y la pretensión de acabar con su memoria colectiva. Pero la Nakba tiene una importancia primordial en las resistencias palestinas, que han desarrollado numerosas estrategias para salvaguardar la cultura palestina y reivindicar el derecho al retorno de los refugiados reconocido por la Asamblea General de la ONU