El presente trabajo de investigación trata de observar hasta qué punto la prensa escrita de ámbito estatal ofrece un buen diagnóstico de las nociones de éxito y fracaso escolar. Todo diagnóstico es fruto de una observación de signos o síntomas que llevan a ciertas conclusiones (en torno al origen de las dolencias, causas, responsables, etc.) a partir de las cuales se proponen opciones de cambio para una mejora de todo el sistema; constituye, en fin, una definición de la situación que pone énfasis en unos aspectos u otros y que por tanto tiene efectos performativos, reales, materiales, de manera que la categoría “alumno con éxito” y “alumno con fracaso” no son meras etiquetas sino que le suponen al estudiantado el ver abiertas o cerradas ciertas puertas en el mercado de trabajo, sin olvidar sus propias expectativas de futuro (a todos los niveles). Se parte de dos supuestos básicos. En primer lugar, la idea de que éxito y fracaso son realidades construidas y que hacen referencia a representaciones sociales o stocks colectivos de saber, y en segundo lugar, la de que se trata de categorías con carácter profundamente performativo