El artículo analiza el modo en que las obras de investigación histórica sobre la guerra civil de J. M. Reverte, Eslava Galán y Carlos Fonseca utilizan recursos de composición propios de las novelas de suspense o acción, con el propósito de incorporar puntos de vista nuevos (más humanos y ligados a los protagonistas anónimos de la guerra) al discurso de la historiografía tradicional. El cruce entre el paradigma literario y el historiográfico es fecundo en algunos aspectos (como atestigua toda una línea de la literatura reciente sobre la guerra civil) pero presenta, además, una serie de problemas éticos y culturales a los que éstas obras se enfrentan con resultados disímiles