Si tuviéramos que analizar al profesor universitario de finales del siglo XIX, sin duda, el catedrático Eduardo Soler Pérez representaría a ese profesor. Hombre pluridimensional que realiza diferentes actividades, además de la enseñanza, y que reúne en si todos los elementos de poder social y prestigio académico o intelectual. En el caso de Soler, se alinea en la Institución libre de enseñanza, participa en diversas sociedades; la económica de amigos del país o el ateneo científico, la académica de legislación y jurisprudencia, desempeña también cargos académicos, como el de decano, y además se dedica a la docencia, a la investigación y sus publicaciones, ya sea o no de su asignatura debido a su afición a la naturaleza