El consumo de sustancias psicoactivas está ligado con la conducta delictiva ya que muchos de los casos de privación de la libertad se deben a este aspecto, bien sea consumo de drogas, alcohol y la afinidad de delinquir bajo alguno de estos efectos.
Por otra parte, el consumo de drogas en los centros penitenciarios, está presente como una práctica habitual con patrones de consumo que van de moderado a excesivo, favorecida por condiciones ambientales y sociales como lo son la disponibilidad de tiempo libre, fácil acceso a ellas, hacinamiento, sobrepoblación, tolerancia hacia el consumo, etc. (Castellanos, 2008). Las sustancias que se consumen al interior de estos lugares son: marihuana, crack (cocaína en piedra), inhalantes, cocaína en polvo y benzodiacepinas (Castellanos, 2008).
La persona que de forma habitual tiene cualquier tipo de relación con la droga, puede acabar en prisión, al mismo tiempo que las prisiones son caldo de cultivo para el consumo. No son pocas las personas no consumidoras que se han iniciado en el abuso de sustancias precisamente durante su permanencia en prisión; además, el tráfico de drogas dentro de las prisiones forma parte de la dinámica cotidiana, estableciéndose el binomio consumo-tráfico (Naciones Unidas, 2003).
De acuerdo a lo anterior surge la siguiente pregunta problema: ¿En qué medida afecta el consumo de sustancias psicoactivas en el proceso de resocialización de internos carcelarios?. aporta a la línea de investigación construcción psicológica y social de la subjetividad del programa de psicología, Pues a través de este se aborda una realidad desde y para la acción psicosocial, Además, será un aporte a la sociedad a en especial a las autoridades de los respectivos Centros Penitenciarios sobre esta problemática que afecta a nivel mundial y tomen las respectivas modificaciones.The consumption of psychoactive substances is linked to criminal behavior since many of the cases of deprivation of liberty are due to this aspect, whether it is drug use, alcohol and the affinity of committing a crime under any of these effects.
On the other hand, the consumption of drugs in prisons is present as a habitual practice with patterns of consumption ranging from moderate to excessive, favored by environmental and social conditions such as the availability of free time, easy access to them, overcrowding, overcrowding, tolerance towards consumption, etc. (Castellanos, 2008). The substances that are consumed inside these places are: marijuana, crack (cocaine in stone), inhalants, cocaine powder and benzodiazepines (Castellanos, 2008).
The person who habitually has any kind of relationship with the drug, can end up in prison, at the same time that prisons are a breeding ground for consumption. There are not a few non-consumers who have started to abuse substances precisely during their stay in prison; In addition, drug trafficking within prisons is part of the daily dynamics, establishing the binomial consumption-trafficking (United Nations, 2003).
According to the above, the following problem question arises: To what extent does the consumption of psychoactive substances affect the process of re-socialization of prison inmates? contributes to the research line psychological and social construction of the subjectivity of the psychology program, because through it a reality is addressed from and for psychosocial action, In addition, it will be a contribution to society, especially to the authorities of the respective Penitentiary Centers on this problem that affects worldwide and take the respective modifications
