El Paraje Natural del Karst en Yesos de Sorbas es uno de los espacios naturales más peculiares y sorprendentes de Almería. Es además la zona del nacimiento de uno de los pocos ríos con curso permanente en dicha provincia, el río Aguas. Toda la zona yesífera que se encuentra en la cuenca de Tabernas-Sorbas permite la infiltración del agua de lluvia, proporcionando un caudal histórico al nacimiento de este río próximo a los 60–70 L/s pero que, en la actualidad no supera los 3 L/s. La razón de esta diminución no es atribuible a la sequía sino a la sobreexplotación del acuífero que alimenta el río Aguas. Dicha sobreexplotación, conocida y avalada por datos oficiales, se ha visto incrementada por la implantación en la zona de varios miles de hectáreas de cultivos de olivar superintensivo, que se suman a las plantaciones de olivar tradicional. No obstante, tanto en el acuífero del río Aguas, como en otras zonas de Almería, no se ha tomado ninguna medida sobre las concesiones de agua de la zona. Es más, a partir de 2012 se ha producido un incremento de la superficie dedicada a invernaderos en el Campo de Dalías, otra zona que presenta alto índice de explotación de sus acuíferos. El cultivo de olivos en seto se caracteriza por su alta densidad, por ser un cultivo de regadío y por la alta mecanización de su manejo. Se trata de un monocultivo que está siendo implantado gracias a una alta inversión económica que es compensada por una recuperación rápida de la misma debido a que la recolección de la aceituna se produce mucho antes (solo 3-4 años desde la plantación) y a un menor coste frente al olivar tradicional. Aunque esta situación de explotación está siendo aceptada por el público en general, se está produciendo a costa del “ecocidio” del área de Tabernas-Sorbas. Así, los pequeños pueblos de la zona se están despoblando, se están perdiendo zonas de huerto tradicional, están en peligro especies endémicas de la zona y se está intensificando la desertificación de la misma. La solución a este problema ambiental y social tiene que venir desde la racionalización de la demanda y la oferta de los recursos hídricos. Por un lado, mediante la regulación de las concesiones de agua, la limitación del crecimiento, el ahorro en el uso del agua de uso agrícola y la mejora de la distribución de agua. Y, por otro lado, descartando el uso de agua desalada y los trasvases por su alta inversión y gasto energético, mediante el reciclado de aguas residuales, la recarga de acuíferos y el uso conjunto y planificado de aguas superficiales yUniversidad de Málaga. Campus de Excelencia Internacional Andalucía Tec