Aunque el contraste entre el más antiguo de los tres grandes trágicos atenienses - Esquilo - y el más reciente e innovador - Eurípides – esté consagrado desde la crítica literaria que les fue contemporánea, en particular los cómicos, la verdad es que un análisis minucioso de ambos permite darle un retoque a esta que era una opinión intuitiva. De hecho, y aunque lo haga para comprometerse con nuevas interpretaciones, Eurípides es, sin duda, un espectador atento de Esquilo; y si queremos encontrar, para sus creaciones innovadoras, un modelo en la tragedia anterior, él será, seguramente, mucho más evidente en Esquilo que en Sófocles, teniendo en cuenta solamente a estos tres grandes nombres.Universidad de Málaga. Campus de Excelencia Internacional Andalucía Tech