research

China, ¿un nuevo poder equilibrador en el Índico?

Abstract

Bahr al-Hind así llamaban los árabes al océano Índico en sus antiguos tratados de navegación. Hablamos de una geografía que engloba , de oeste a este el Mar Rojo, el mar Arábigo, la bahía de Bengala, el mar de Java y el mar de China meridional. Hoy en día en esta zona se encuentran las naciones asoladas por la violencia y el hambre del Cuerno de África, los desafíos geopolíticos de Irak e Irán, la amenazante e inestable olla a presión fundamentalista de Pakistán, a la pujante economía de la India y sus inconsistentes vecinos de Sri Lanka y Bangladés, el régimen tiránico de Birmania y Tailandia punto de fricción entre los intereses chinos y japoneses para financiar la construcción de un canal que inclinaría a su favor el equilibrio del poder asiático. A pesar de que la guerra contra el terror puesta en marcha por el expresidente George W. Bush puso su acento en el Gran Oriente Medio, el mapa geopolítico del mundo sigue en evolución. La crisis se extiende desde un Ártico cada vez más cálido hasta las puertas de Australia. Y frente a este dilema, los estadounidenses apenas tienen presente el océano Índico, concentrados como están, en el Atlántico y el Pacífico a pesar de que el litoral del Índico, que comprende Somalia, Yemen, Arabia Saudí, Irak y Pakistán constituye u verdadero mapa de interconexiones para Al Qaeda y sus filiales. Aquí se situan los más importantes corredores marítimos de transporte de petróleo, además de los principales cuellos de botella del comercio mundial Bab el-Mandeb, Ormuz y Malaca. La globalización depende de los contenedores de carga y el Índico concentra la mitad del tráfico mundial. La sed de petróleo, materias primas y el control de los corredores de transporte están impulsando a China a romper su ancestral aislamiento marítimo. Su programa de construcción de una armada operativa y de largo alcance incluye la financiación de puertos y bases navales (estrategia conocida como el “collar de perlas”) a lo largo de la costa hasta el Mar Rojo. Sin embargo, este ímpetu se ve amenazado por dos actores, los EE.UU que ya en octubre de 2007 revelaron tácita y explícitamente que en adelante, la Marina procurará establecer una presencia sostenida y proactiva en el océano Índico y el Pacífico occidental adyacente, pero mucho menos en el Atlántico. Por otro lado, India que también quiere alcanzar estatus de gran potencia, así como asegurarse la estabilidad energética avanzan en un escenario que abre dos claras posibilidades: la colaboración mutua o el futuro choque de intereses.Universidad de Málaga. Campus de Excelencia Internacional Andalucía Tech

    Similar works