El Estrecho de Gibraltar es la única conexión entre la circulación global y el Mar
Mediterráneo, el mayor cuerpo de agua semicerrado del planeta. Por lo tanto los
procesos que aquí ocurren son claves para describir los flujos biogeoquímicos en la
cuenca mediterránea y fundamentales para la circulación termohalina global. En el
Estrecho se ha descrito una circulación “estuarina-inversa” con aguas atlánticas
entrando en superficie y aguas mediterráneas más densas en profundidad. Sobre este
patrón general existen alteraciones debidas al forzamiento mareal y el atmosférico o
subinercial. La gran cantidad de procesos físicos y en varias escalas que ocurren en el
Estrecho lo hacen muy atractivo desde el punto de vista del acoplamiento físicabiología
en el ecosistema pelágico.
El propósito de esta Tesis es la descripción de los patrones biogeoquímicos en el área
de influencia del Estrecho, intentando cubrir un rango amplio de fenómenos con
diferentes escalas espacio-temporales. Las zonas de plataforma a ambos márgenes
del canal principal del Estrecho (especialmente la noroccidental) presentan una alta
actividad del fitoplancton con células grandes y activas. En contraposición, la zona del
canal originalmente presenta aguas oligotróficas provenientes del Golfo de Cádiz.
Estas aguas oligotróficas (a través del NACW) aportan el 70% del nitrato transportado
anualmente a las cuencas mediterráneas y el 55% de la biomasa fitoplanctonica. Sin
embargo, existen intrusiones de aguas costeras hacia el canal relacionados con la
generación de ondas internas y divergencias superficiales que éstas crean. Estos
procesos se dan tanto en mareas vivas como en muertas, estando durante las vivas
acompañados de alta mezcla interfacial. Los procesos derivados de las ondas internas
(Tipo I) pueden significar un 30% del nitrato transportado hacia las cuencas
mediterráneas, acompañadas de células activas y grandes. Este aporte también
supone el 30% de la biomasa total del fitoplancton transportada.
A su vez, la mezcla interfacial y adelgazamiento de la capa atlántica pueden alterar el
ciclo estacional del fitoplancton de las aguas atlánticas entrantes. Estos procesos
pueden aumentar la producción primaria y la biomasa, especialmente durante
primavera y otoño. Estos procesos también favorecen la dominancia de
nanoflagelados (primavera y otoño) y picofitoplancton (verano).
Por otro lado, la turbulencia es capaz de redistribuir la biomasa del fitoplancton en
vertical, siempre que existan las condiciones físico-biológicas para que se genere un
máximo profundo. La relación entre turbulencia y velocidad de sedimentación del
fitoplancton hace que estos máximos se sitúen bajo zonas de mayores niveles de
turbulencia (mayores velocidades de sedimentación). En el futuro con mayor
estratificación y mayor entrada superficial de turbulencia, la biomasa integrada de
fitoplancton será menor en la capa de mezcla pero la exportación vertical de materia al
océano profundo será mayor.
Finalmente, los procesos ocurrentes en el Estrecho permiten que el Mar de Alborán
reciba una aportación cuasi-constante de biomasa de fitoplancton y nutrientes, este
último en un orden de magnitud mayor a la aportación de los afloramientos costeros
descritos en esta cuenca. Estos fenómenos podrían fertilizar y mantener alta la
producción primaria en esta área descrita como más productiva del Mediterráneo