El fenómeno de la corrupción política en la sociedad latinoamericana contemporánea, adquiere importancia para los científicos sociales y politólogos por cuatro razones fundamentales. La primera está referida al aumento de esta práctica en los aparatos gubernamentales, las tendencias identificadas parecen mostrar que entre más sofisticada es la estructura burocrática más diseminada se encuentra esta conducta delictiva que absorbe, desvía y desgasta recursos públicos. Una segunda razón estriba en que este fenómeno es analizado a partir de la influencia de un elemento mítico, basado en un factor cultural latinoamericano : esto significa que se generan componentes restrictivos y de incertidumbre en torno a su combate, porque la sensación social de su inevitabilidad articula un mecanismo de conformidad, que lo transforma en una deficiencia estructural dotada de complejos espacios y redes muy difíciles de descodificar
