Lavinia, la última novela publicada por Ursula K. Le Guin, se presenta como
si fuera una traducción, por mucho que ello pueda resultar inverosímil para
el lector moderno. La autora defiende la lealtad de su “presente de amor”
a Virgilio y en este artículo se toman al pie de la letra esas palabras de Le
Guin, rastreando imágenes y estructuras virgilianas cuya reinterpretación en
Lavinia toma la forma de una más amplia reflexión sobre la herencia literaria
y su ambigua relación con la historia.Lavinia, the last novel published by the late Ursula K. Le Guin, presents itself
as a translation, however incongruous that may sound to modern readers.
The author defends the fidelity of her “love offer” to Vergil and this article
takes Le Guin at her word, tracing back Vergilian images and structures
whose reinterpretation in Lavinia takes the form of a broader reflection on
the literary heritage and its ambivalent relation with history.Humanidade