El lago de Atitlán, considerado uno de los lagos más bellos del mundo, tiene una superficie de 125.7 km2, una profundidad máxima de aproximadamente 350 m, y se encuentra en el departamento de Sololá, en el occidente de Guatemala. Desde 2009 se han observado floraciones extensivas de cianobacterias en el lago, reflejando la contaminación del agua en la cuenca. Se determinaron los niveles de arsénico (As) y mercurio (Hg) en agua superficial del lago de Atitlán, por espectrofotometría de absorción atómica (EAA), en cuatro muestreos realizados en marzo, mayo, agosto y octubre de 2014 en 14 sitios. Diez sitios se encuentran localizados en el lago, habiendo sido definidos en estudios anteriores con base en su cercanía a poblaciones asentadas en la orillas del lago. Dos sitios corresponden a los principales ríos tributarios, y los restantes dos sitios a la entrada y salida de la planta de tratamiento Los Cebollales, ubicada en Panajachel. Los niveles de As encontrados en el lago de Atitlán, tributarios y en la planta de tratamiento, fueron superiores a 20 μg/L. Los resultados indican que la contaminación del lago de Atitlán por As se debe principalmente a la geología de la cuenca, al localizarse en una zona volcánica. Los niveles cuantificables de As, son superiores al nivel máximo permitido para agua potable en la Norma de Agua Potable (NGO 29001:99) de la Comisión Guatemalteca de Normas (COGUANOR), por lo que el agua del lago de Atitlán no se considera apta para el consumo humano