La necesidad de formular y ejecutar procesos sistémicos de gestión y política ambiental, adquiere cada día mayor relevancia desde el momento en que se comprenda que es fundamental la intervención del Estado y sus entes de control, en la generación y orientación de acciones para mitigar el deterioro y la destrucción del entorno provocada por los estilo de vida y desarrollo. Es por ello que actualmente la vigilancia del cumplimiento de las funciones de las administraciones municipales y los bienes públicos que tengan a su cargo, la realiza la Contraloría en cumplimiento de sus funciones como ente de control. Como caso de estudio, en la ciudad de Armenia se aplicaron los métodos designados por la Contraloría General de la República Guía de Auditoría Territorial, en la búsqueda de identificar las acciones que se encuentran en contravención de lo establecido en las leyes y las funciones de las entidades públicas de la Administración Municipal. Como valoración del proceso se encontraron gestiones poco eficientes y algunas falencias relacionadas con la inversión de los recursos y del cumplimiento de planes, programas y proyectos. Por tanto, emerge como crítica reflexiva y propositiva la generación de una cultura que permita la apropiación de compromisos y responsabilidades en los manejos e inversiones económicas para la protección de recursos naturales desde el ámbito administrativo e institucional, que responda a la sostenibilidad pensando en las generaciones presentes y futuras