La administración pública se encuentra en un proceso de transición entre un modelo de gestión de control jerárquico y un modelo flexible de eficiencia, racionalización y modernización. Dicha transición está motivada por dos tendencias que se persiguen desde el Estado: (i) Las doctrinas económicas neoliberales y su influencia en el tipo de intervención del Estado, la descentralización y la participación ciudadana y, (ii) las aspiraciones democráticas y de Estado de derecho del pueblo colombiano