Ceto, Pablo

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  Conferencia de 2014 Lozano Long  “ARCHIVANDO LAS REVOLUCIONES CENTROAMERICANAS”  LLILAS BENSON Colecciones y Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Texas en Austin Del 19 al 22 de febrero del 2014  La revolución guatemalteca,  una mirada desde la participación de los pueblos indígenas  Pablo Ceto1  Una primera impresión que genera el título de la Conferencia “ARCHIVANDO LAS REVOLUCIONES CENTROAMERICANAS” es la de intentar meter en el cofre de la historia los sueños y el heroísmo de varias generaciones de revolucionarias y revolucionarios centroamericanos del siglo pasado.  Mi exposición tratará de recoger mis reflexiones sobre las raíces, el contexto y la vigencia de los sueños y utopías de las y los revolucionarios de la generación de la cual soy parte, y algunas lecciones que es posible extraer para continuar el camino de los grandes cambios que necesita mi país.                                                            1 Pablo Ceto. Maya Ixil.  Coordinador General FUNDAMAYA.  Vicerrector UNIVERSIDAD IXIL.  Ingeniero Agrónomo. 2  Comparto el interés de abonar el dialogo sobre los grandes temas del pasado, presente y futuro de nuestros países, en mi caso, entre mi generación y las nuevas generaciones que les toca escoger entre: continuar el sistema y el estado racistas, de despojo, explotación y opresión, de etnocidio y genocidio contra los Pueblos Indígenas que ha prevalecido en Guatemala desde 1,524, o acometer la construcción de la democracia con justicia social, superar el racismo y construir la unidad del país en base al reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, y promover una relación entre iguales con el resto de países del mundo, el otro mundo es posible, una sociedad de buen vivir, el TIICHAJIL en idioma maya ixil.  La historia de los pueblos mesoamericanos está marcada por la resistencia y lucha contra el sistema colonial y sus dictaduras.  A principios del siglo pasado, aconteció la revolución mexicana en 1910, la lucha de Augusto César Sandino a partir de 1927 contra la ocupación estadounidense de Nicaragua, el levantamiento indígena campesino salvadoreño de 1932 contra terratenientes y hacendados, el levantamiento de maestros, artesanos, sindicalistas, estudiantes que terminó con la dictadura de Jorge Ubico en Guatemala en 1944.  Los 10 años de revolución democrática en Guatemala fueron interrumpidos en 1954 con el derrocamiento del Presidente Jacobo Arbenz Guzmán.     En 1960, un año después del triunfo de la revolución socialista de Cuba, surgió en Guatemala la lucha guerrillera en medio de la creciente persecución judicial y policial contra el movimiento social y la ingobernabilidad del General Miguel Ydígoras Fuentes, en 1961 el Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua, y en 1980 el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional en El Salvador.  En la segunda mitad del siglo pasado, desde los primeros años de la década de los años 1960, los Pueblos Indígenas de Guatemala inician su participación en las primeras columnas guerrilleras revolucionarias en el oriente del país.  Aquella primera experiencia guerrillera revolucionaria fue parcialmente detenida por las primeras masacres por parte del Estado de Guatemala a partir de 1966.  Después de la derrota parcial, en 1,972 resurgen las fuerzas guerrilleras revolucionarias guatemaltecas, con más claridad sobre el carácter multinacional de Guatemala, las formas de organización social y los logros científicos de las sociedades indígenas, en particular del Pueblo Maya, y el papel de los Pueblos Indígenas en el movimiento revolucionario y su historia, cultura y derechos.  3  El movimiento revolucionario insurgente planteó una alternativa frente los problemas históricos y estructurales de Guatemala, por un lado, la exclusión económica, social y política del Estado hacia los distintos sectores sociales basada en la estructura agraria del despojo y el latifundio y, por el otro, la discriminación, opresión, subordinación, explotación y racismo hacia los Pueblos Indígenas que las élites criollas heredaron de los invasores españoles de 1524 e impusieron a sangre y fuego en la naturaleza del sistema colonial.  Las Comunidades, Autoridades y Líderes encontraron en los planteamientos revolucionarios una esperanza para las hijas, hijos, nietas y nietos frente a siglos de explotación, despojo, violencia y desprecio colonial hacia los Pueblos Indígenas.  Para el Estado de Guatemala, la Doctrina de la Seguridad Nacional y quienes trabajaron para ellos, fue impensable y aún es inaceptable que las Comunidades y Autoridades Indígenas de Guatemala hayan asumido el reto histórico de participar directamente en impulsar el cambio radical de la estructura política, económica, social y cultural del Guatemala a través de la lucha armada revolucionaria, para algunos de ellos, los indios siguen sin tener alma, corazón e inteligencia, por tanto se les puede volver a quemar vivos como en tiempos de la invasión española y como lo hizo Lucas García, Ríos Montt y otros jefes militares del Ejército de Guatemala durante los años 80 del siglo pasado “para salvar Guatemala del comunismo internacional”.  Frente al desafío y acometimiento histórico de los Pueblos Indígenas de Guatemala, la política contrainsurgente del Estado, según el Informe MEMORIA DEL SILENCIO de la Comisión de Esclarecimiento Histórico sobre las violaciones a los derechos humanos durante el conflicto armado interno en Guatemala, se tradujo en más de 600 masacres, 440 aldeas desaparecidas,  250,000 asesinados, desaparecidos.  El Pueblo Maya sufrió el 83% de estas violaciones de los derechos humanos.  El ejército de Guatemala cometió el 93% de estas violaciones a los derechos humanos, el 4% lo cometieron las fuerzas de seguridad de las fincas y un 3% por excesos de miembros del movimiento insurgente revolucionario.   En 1996, después del diálogo y negociación iniciado en 1987 entre 5 Gobiernos sucesivos de Guatemala y la insurgente Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca se firmó el Acuerdo de Paz Firme y Duradera con la propuesta de construcción de la nueva nación, la democracia con justicia social, reformas al sistema político y el reconocimiento de los derechos de los Pueblos Indígenas.  4  Hoy, 18 años después, los mecanismos de acceso a la tierra se convirtieron en nuevos negocios de finqueros y endeudamiento para los campesinos, la reforma fiscal no trascendió, los ricos no pagan impuestos conforme a sus grandes ingresos.  El sistema político electoral sigue siendo una fuente de compra y  venta de proyectos de infraestructura, partidos políticos, candidaturas y funcionarios de cada gobierno.  La política de resarcimiento de las víctimas de la violación de los derechos humanos cometida por el Estado ha sido abandonada, sus pocas asignaciones presupuestarias indefectiblemente han sido desviadas a cubrir otras prioridades de cada Gobierno.  El 20 de mayo del 2013, 3 Magistrados de la Corte de Constitucionalidad pasando por encima del Sistema de Justicia del Estado anularon la sentencia contra Ríos Montt por genocidio en el Pueblo Ixil.  El 12 de enero del año 2014 se repitieron las elecciones municipales de Nebaj con el claro propósito de favorecer al Candidato perdedor del Partido Patriota comprometido con las empresas nacionales y transnacionales que quieren despojar y explotar las montañas, bosques y ríos de la Región Ixil.  La Corte de Constitucionalidad no ha resuelto 4 Acciones de amparo presentados por las Autoridades Ixiles desde el año 2011 contra el Ministerio de Energía Minas por haber autorizado la construcción de hidroeléctricas en el territorio ixil con claras violaciones de los derechos del Pueblo Ixil.  Frente al debilitamiento, cooptación e inoperancia de los organismos del Estado guatemalteco, resalta la creciente participación política de los Pueblos Indígenas en la construcción de la paz, la democracia plena, el Estado pluricultural y multiétnico, en una permanente lucha desde sus Comunidades por su derecho a la libre determinación, al uso de sus territorios y bienes naturales, su vida y su cultura, el nuevo amanecer anunciado por nuestros ancestros mayas, el otro mundo es posible, el buen vivir que buscan los pueblos indígenas andinos, el TIICHAJIL del Pueblo Maya Ixil.  Desde la experiencia del Pueblo Maya Ixil la insurgencia revolucionaria guerrillera reafirmó nuestra identidad y la legitimidad de nuestros motines, levantamientos y rebeliones contra el sistema colonial y permitió a los Pueblos Indígenas, acumular logros, nuevas herramientas y lecciones en el largo camino de construcción del nuevo amanecer, el TIICHAJIL maya ixil.  En este proceso de reconstrucción de Guatemala después de la era del terror y del miedo impuesto por el Estado durante el conflicto armado interno, el Pueblo Ixil camina hacia la recuperación y fortalecimiento de nuestros Q’ESAL TENAM, forma de organización social y política ixil, el cuidado de nuestras montañas, bosques y ríos, la soberanía alimentaria y agricultura maya que durante siglos alimentó la civilización maya, y para perpetuar la 5  sabiduría ancestral maya en medio de la globalización mundial ha creado su propia UNIVERSIDAD IXIL, que graduará los primeros 13 Técnicos en Desarrollo Rural Comunitario el 21 de febrero del 2014, en ocasión de iniciar el AÑO MAYA 2 CHEE.  En el año 2012 el Pueblo Maya cerró el 13 BAKTUN.  En el año 2013, el 21 de febrero iniciamos el primer año maya del 14 BAKTUN, un nuevo periodo de 400 años, uno nuevo tiempo de grandes cambios, en el que retoñarán la cultura del respeto, de la sabiduría ancestral, de equilibrio con la madre naturaleza, que nos enseñaron nuestras abuelas y abuelos mayas y que compartimos alrededor del fuego en el corazón de nuestras Comunidades en las montañas, bosques y trabajaderos de los frentes guerrilleros con la clara determinación de cambiar la situación injusta de nuestra Guatemala, un sueño vigente para nosotros y las futuras generaciones.  Esta es mi reflexión, como indígena revolucionario, maya ixil, combatiente del Ejército Guerrillero de los Pobres – EGP – de 1976 a 1996.  

La revolución guatemalteca, una mirada desde la participación de los pueblos indígenas

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