Las \ufaltimas d\ue9cadas se han caracterizado por enormes cambios, resaltando la revoluci\uf3n tecnol\uf3gica y la globalizaci\uf3n de la econom\ueda mundial, sin que ning\ufan pa\ueds pueda de una forma u otra abstraerse de estos cambios, siendo los pa\uedses desarrollados los m\ue1s beneficiados. En \ue9ste contexto, han surgido nuevos estilos de gerenciar y administrar tendientes a lograr una mayor productividad y calidad en las organizaciones. En muy poco tiempo el concepto de excelencia en la gerencia se ha puesto de moda, donde incluso una gran mayor\ueda considera \ue9ste concepto como novedoso, cuando en realidad es un fin que el hombre ha buscado desde \ue9pocas muy remotas; ya en la Grecia cl\ue1sica Plat\uf3n y Arist\uf3teles destacaban la importancia de la excelencia de los individuos para lograr la felicidad, y Tucidides exig\ueda la excelencia de los servicios p\ufablicos hace m\ue1s de dos mil quinientos a\uf1os.
La excelencia es la calidad o cualidad superior que hace digna de aprecio y estimaci\uf3n en su g\ue9nero a un ser o a un objeto o es el logro de la perfecci\uf3n o superior calidad en determinada actividad, resulta obvio que, al ser el fin \ufaltimo de la administraci\uf3n el logro de los objetivos de una organizaci\uf3n con la m\ue1xima eficiencia y productividad, dicha disciplina siempre haya estado en la b\ufasqueda de la excelencia
