Actualmente, en todo el mundo se realizan millones de determinaciones analíticas, donde se obtienen datos acerca de
diferentes matrices y materiales: alimentos, textiles, materiales de construcción, etc. Los valores obtenidos son muy importantes
para el comercio y también se relacionan con la vida y salud de la humanidad (calidad del agua, del aire y del suelo, procesos de
contaminación, protección general del medio ambiente, investigaciones criminales en análisis forenses y otros muchos
ejemplos).
Básicamente, estamos hablando de determinaciones costosas, no sólo por ellas en sí, sino por las decisiones que se
toman a partir de sus resultados. Así, es bien sabido que un pequeño error en el contenido de una sustancia en un dado
producto puede traer cuantiosas pérdidas si el error es por defecto, o grandes reclamos si el mismo es por exceso. Y en lo relacionado a la protección de la salud y el medio ambiente, los errores pueden ser tan graves como para comprometer la vida de las personas.
Es por eso que, en todo el mundo, hay una creciente inquietud acerca de la forma de realizar las determinaciones
analíticas, lo que implica cada vez mayores esfuerzos a fin no sólo de llevarlas a cabo correctamente, sino de que se pueda demostrar que los resultados obtenidos son confiables