El sodio es un mineral esencial para la vida por sus numerosas funciones en el organismo. Sin embargo, la ingesta excesiva de este mineral se ha relacionado con la aparición de marcadores tempranos de riesgo cardiometabólico incluyendo mayores cifras de tensión arterial, e indicadores de obesidad y obesidad central ya en edades tempranas. La OMS (Organización Mundial de la Salud) en el año 2003 estableció como objetivo disminuir la ingesta de sal a menos de 5 g/día en adultos, objetivo posteriormente ampliado a la población infantil considerándose que debía adaptarse a su ingesta energética. Esta referencia es superada por la población de los países europeos, incluida España, en la que se ha observado que la ingesta de sal es excesiva en población adulta a través de la medición del sodio excretado en orina de 24 horas (método de referencia para medir la ingesta de sodio o sal a nivel poblacional). Sin embargo, en población infantil no hay estudios recientes que hayan analizado la excreción del mineral en orina de 24 horas y/o que procedan de varias regiones españolas incluyendo ambos sexos..