La difusión de las encuestas políticas ha sido paralela al debate acerca de sus consecuencias para la calidad de la democracia y las políticas de gobierno. La teoría de la democracia sostiene que el gobierno debe responder a las preferencias de los ciudadanos, pero hay voces críticas que advierten sobre la práctica de “gobernar para las encuestas”, o de tomar decisiones sobre políticas públicas basándose en las opiniones no expertas surgidas de los sondeos. El artículo sostiene que las preferencias del público expresan los valores y creencias arraigados en la sociedad y que las democracias no deben apartarse del rumbo definido por la opinión de los ciudadanos.Facultad de Periodismo y Comunicación Socia