La carrera de Ingeniería Comercial en la Pontificia Universidad Católica de Chile (UC-Chile) ha mostrado una alta concentración de estudiantes provenientes de establecimientos educacionales particulares pagados (>90% 2003-2013), de características homogéneas, alto nivel educacional de los hogares y alto nivel de ingresos relativo al país. De forma natural las estructuras de atención de alumnos y el foco de la docencia se ajustan a ello, al no haber mayor necesidad de generar protocolos e instancias de apoyo para responder a eventuales problemáticas relacionadas a contextos de mayor vulnerabilidad social de un estudiante. En el año 2010, se levanta en la UC - Chile una preocupación respecto de la sobre-representación de alumnos provenientes de establecimientos particulares pagados en el alumnado de la universidad. A nivel país sólo el 10% de los alumnos terminaba su educación secundaria en un establecimiento particular pagado, mientras que en la UC-Chile para ese mismo año este grupo representaba el 65% de sus alumnos. Tras analizar las principales razones que generaban esta diferencia, se crea el programa “Talento e Inclusión”, vía de acceso a la UC-Chile que se enfoca en jóvenes de escasos recursos provenientes del sistema educacional municipal y particular subvencionado, que hubieren demostrado excelencia académica durante su etapa escolar pero que no alcanzan los puntajes necesarios en las pruebas de selección universitaria de Chile. En el año 2013, Ingeniería Comercial se suma a esta vía de admisión, siendo ya 4 generaciones al 2016. Su apertura presenta diversos desafíos en la integración de estos estudiantes y visibiliza problemáticas no resueltas. En este trabajo se busca relatar el proceso de cambio en el que se ha visto envuelta la unidad académica en estos 4 años. Se ha trabajado principalmente en nivelación académica y acompañamiento integral de los estudiantes, en búsqueda de asegurar su permanencia y mejorar la experiencia de aprendizaje. La Facultad está en un proceso de integración de las distintas instancias de apoyo como parte de su proceso cotidiano de trabajo, y de instalar más profundamente la inclusión y la diversidad como parte fundamental del desarrollo de la institución y sus alumnos. Los principales resultados están en las sinergias alcanzadas a nivel institucional y local para mejorar el apoyo entregado a los estudiantes, de forma sustentable y aumentando la participación de los propios alumnos. Hay mucho por hacer, sin embargo se reconoce un foco en la equidad de acceso para todos los estudiantes como guía en el desarrollo del apoyo a la inserción universitaria